Un poco de mi historia con las velas

Mi infancia
Nací en el Año 1955 en un pueblo del interior y des de muy pequeño ya tenia interés por ellas porque en casa y en el vecindario era habitual encenderlas, se comentaba que la iban ha encender la habían encendido y para el fin que querían o simplemente para dar las gracias, las acompañaban con hiervas, flores, Santos y algún retrato o papel escrito que no podías tocar u otros objetos, cosa que no siempre comprendía y pedía el porque de aquello, un detalle que recuerdo era porque se colocaban Ortigas en un plato al lado de la vela, con lo que picaban si las tocabas...
Recuerdo con especial cariño, la fiesta de la Candelaria es una de las mas importantes para mí porque que era la Patrona de mi padre, ( y despues mía, ya que profesionalmente siempre he estado relacionado con la luz).
Recuerdo con emoción estar esperando la llegada de mi padre de la ofrenda a la Virgen de la Candelaria para que me diera la Candela.
Aquella Candela larga y fina que yo guardaba todo el año con esmero en mi mesita de noche y sólo la encendía en contadas ocasiones, cuando te la pedían para encender el pastel de cumpleaños, o para encender alguna vela con especial dedicatoria.
Al ser de un pueblo del interior se solían encender muchas velas para pedir y dar las gracias a la Virgen de Rocaprevera, (Santa María de Rocaprevera) muy venerada en el pueblo y a los Santos.
Casi diría que se acudía a ella por cualquier motivo, para superar una enfermedad, una prueba, por la onomástica de alguien, para tener un buen viaje, para encontrar pareja, y sobre todo era tradición para obtener el permiso de conducir...
Otra entrañable tradición era pasar la Capilla de la Sagrada Familia de casa en casa y como no el día que tenias la Capilla le encendías una vela, te desvivías por ver como quemaba, como salía el humo, como bajaba la cera y que formas hacia, que veías en ella.
Recuerdo que era una sensación fantástica para mí.

La vida da muchas vueltas y continué teniendo mucho respeto a las velas y encendiendo alguna de vez en cuando.
En los años 90 ya por motivos laborables, trabajé en la apertura del Divino Sabat de la calle Urgell de Barcelona y se me incrementó de nuevo este amor por las velas y lo oculto.
El Tarot me hizo ver que mi Videncia encajaba mucho en bastantes situaciones, fue cuanto me surgió la oportunidad de conocer mas profundamente el mundo de las Magias, y decidí practicar la Magia Blanca y la Magia Verde ya que por mi procedencia las plantas y las hierbas habían formado parte de nuestra infancia.
La Magia Negra la descarté de entrada puesto que no me interesa y no va con mi forma ser, y contra los principios básicos de la Wicca que mas adelante detallare
Con la Magia Blanca, la Verde volvió a resurgir el interés por las hierbas, las plantas y los remedios naturales y conseguí recuperar viejos usos de ellas para utilizarlas en mis ofrendas, cuando enciendo una vela.
Si ya se que es una tradición en desuso pero cada Maestrillo tiene su librillo y si así obtengo muy buenos resultados porque variar.

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